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¿Cómo saber si nuestros hijos lograrán ser exitosos?

 
Gran parte de su éxito depende de nosotros

Muchos piensan, que el éxito o el fracaso se debe a la suerte o destino, o porque la naturaleza nos ha configurado para

ello.

 

La naturaleza pareciera indicarnos que unos nacen para el éxito y otros para el fracaso. A primera vista esto es lo que percibimos en la naturaleza y esa es la razón por la que hay ricos y pobres; exitosos y fracasados. Una de mis amigas me comentaba que las atenciones y vida cómoda; para la que está destinado un perro Schnauzer miniatura, no es la misma que para un perro sin raza. En su inspirado comentario agregó que lo mismo ocurría con los humanos, pero que la mayoría estaba destinada a ser fracasada y pobre.


Comentarios como estos, nos deja una imagen muy gris de las posibilidades que tenemos los humanos en la faz de la tierra. Este tipo de ideas simplistas, no son más que creencias; las cuales podemos definir como: "un estado de la mente en el que un individuo supone verdadero el conocimiento o la experiencia que tiene acerca de un suceso o cosa que percibe".


Algo que hay que observar, es que no existen falsas o verdaderas creencias. Por definición, estas son solo suposiciones que tenemos de la realidad, por lo tanto las creencias no son la verdad, sino especulaciones, posibilidades o hipótesis que requieren ser comprobadas, para saber si son verdaderas o no.


Desde luego, no es buena idea entrar en una discusión con una buena amiga, para convencerla de cambiar esas opiniones basadas en las creencias. Una buena estrategia es hacer preguntas que la confronten. Esto es lo que se conoce como mayéutica, la cual tiene por objetivo encausar al individuo a una conclusión más objetiva de la realidad. Para el caso en concreto, recuerdo que le formulé a mi amiga las siguientes preguntas: ¿Has visto alguna vez que recojan a un perro sin raza, lo bañen, lo alimenten, lo cuiden y después sea muy querido en casa?, ¿Has visto alguna vez un perro de raza que lo descuiden, se enferme y se ponga horrible y luego lo regalen?, ¿Has visto alguna vez un perro pitbull que por mala educación muerda a personas, animales y objetos y por ello lo boten o regalen?, ¿Cuál de esos perros tuvo mejor suerte?

Planificación para el éxito

Después de interpretar bien las preguntas y contestarlas afirmó: "A veces uno piensa una cosa pero en realidad no es así". Inmediatamente le expliqué que la realidad es cambiante y por eso relativa, sin significar que hayamos hallado la verdad.


Saber si nuestros hijos serán exitosos, también es relativo. Si entendemos al éxito como un resultado feliz de algo que nos hemos propuesto, como meta u objetivo, sería bueno preguntarnos: ¿Todos los que alcanzan una meta u objetivo son exitoso? Por supuesto que no; porque alcanzar la meta u objetivo, no implica que se sea feliz con el resultado. Son muchos los trabajadores que cumplen una meta de producción y ganan mucho dinero y sin embargo no se sienten exitosos ni felices. De igual manera, hay que considerar que el hombre tiene muchas metas y objetivos, pero se sentirán exitosos cuando logran lo que los hace feliz.



De este modo debemos considerar que son muchos los sueños y objetivos que tienen nuestros hijos y son solo ellos, lo que pueden establecer qué les gusta o apasiona, y qué se plantean alcanzar para sentirse exitosos. Esta es una de las razones por la que una educación impuesta ─ por el Estado o los padres─ no siempre garantiza el éxito de los ciudadanos.


Como padres, podemos ayudar a nuestros hijos a ser exitosos del siguiente modo: respetando sus vocaciones, reforzando sus logros con nuestros aplausos y palabras de aliento, enseñándolos a planificar y establecer metas y objetivos, a ser perseverantes y responsables, a ser críticos de sus propios pensamientos, a evaluar sus fortalezas y debilidades; las amenazas y oportunidades en el entorno, pero sobre todo a tener una actitud positiva y mucha confianza en sí mismos.


¡La suerte existe!, pero no es más que estar preparados para interpretar objetivamente, en qué momento y lugar, se están dando las mejores oportunidades y como saberlas aprovechar. El éxito del cazador está en saber disparar en el lugar y momento preciso. Así que, si tiene la oportunidad o la suerte de ver al animal, pero no sabe disparar, obtendrá el fracaso.


¡Qué suerte tiene uno!, cuando está preparado para aprovechar las herramientas y la libertad; que nos dan los padres y la escuela, para ser exitoso.



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